Un falso techo o techo registrable es un elemento constructivo que se sitúa a una cierta distancia del techo original, desarrollado generalmente mediante piezas prefabricadas, que pueden ser de aluminio, yeso laminado, escayola, acero, entre otros materiales. Estas placas se colocan superpuestas al techo a una distancia específica, siendo soportadas por unas estructuras metálicas en la mayoría de los casos.
Cada vez es más frecuente en oficinas, negocios, áreas comerciales o nuevos almacenes, ya que que ofrece muchas ventajas:
● Montaje sencillo, económico y rápido.
● Oculta instalaciones eléctricas, tuberías, conductos de ventilación, aire acondicionado o calefacción… permitiendo el acceso si fuese necesario.
● El techo original queda cubierto por el nuevo techo registrable, si el techo presenta grietas, humedades o tuberías antiguas queda oculto a la vista.
● Excelente perdurabilidad de los materiales frente al deterioro del tiempo y el uso.
● Reducen la altura hasta el techo. Con esto conseguimos disminuir la cantidad de aire en la habitación, y con altas o bajas temperaturas el consumo de energía para adecuar la temperatura de la habitación será menor.
● En el espacio que queda entre el techo original y el falso techo se pueden instalar cajones o pequeños armarios.
● Aislante acústico y térmico.